Aunque estemos a punto de despedir nuestras vacaciones, no quiere decir que tengamos que dejar de disfrutar de saludables y deliciosos desayunos.
No hace falta mencionar que el desayuno es considerado la comida más importante del día, y por ello debemos intentar elegir muy bien los alimentos que vamos a consumir a primera hora del día para que nuestro cuerpo aguante con energía la jornada matutina.
Lo ideal es una vez nos levantemos, no esperar más de 1 hora en comer, el cuerpo necesita romper el ayuno y reponer energía para encarar las diferentes actividades que le propone el día.
Lo que no debe faltar en nuestro desayuno ideal: un lácteo, un cereal y una fruta.
La importancia de los lácteos está en el aporte de calcio y proteínas de buena calidad. Podemos recurrir a la leche, un yogurt o queso.
En el caso de los cereales, son los encargados de aportar las energías “de largo plazo”, ya que las mismas estarán disponibles en nuestro cuerpo por el resto del día. Pueden incluirse tanto los copos de cereal como el pan u otros alimentos que contengan harina de trigo, maíz o arroz. No hay que demonizar al pan, estar a dieta y sacar el pan del desayuno es un gran error, porque tenemos el resto del día por delante. No pasa nada por comer pan de mañana. Lo que no hay que hacer es comer pan con grasa.
En el desayuno en concreto es importante poder consumir por lo menos una fruta debido a que contribuye a la función intestinal. Estas frutas deben ser variadas para poder obtener los nutrientes específicos de cada una.
En el caos de que nos decantemos por una batido casero de frutas, no debemos excedernos las frutas que elijamos ni en las cantidades, ya que la fruta por sí misma, contiene azúcar y a veces puede ser contraproducente una ingesta en grandes cantidades.
